lunes, 26 de mayo de 2014

Hacelo por el perro

Por la Redacción de Día a Día

Para vos que nunca pudiste dormir sin pensar en el partido del día siguiente. Para vos que sentís el olor a choripán del puesto de la esquina y sabés que sólo masticás rivales. Para vos que nunca te sacaste la campera verde por cábala y que fuiste con paraguas y botines sin importarte lo que diga la gente.

Para vos que cuestionás a los que te cambian y deglutís bronca cada vez que estás en el banco. Para vos que soñás con hacer una de Messi y sólo te salen las de Eber. Para vos que te pusiste la camiseta roja porque sabés que la sangre queda camuflada. Para vos que jugás a lo Giunta y dejaste la marca en cada equipo contrario.

Para vos que saliste de joda y te llega un mensaje del DT en medio de la fiesta. Para vos que pintaste los 40 y te animan los masajes con átomo desinflamante. Para vos que puteas desde la defensa pero siempre estuviste presente. Para vos que atrapás todo lo que vuela, pero no lo que se arrastra.

Para vos que te disfrazaste de Barnie y nos embebías de alegría. Para vos que jugás bonito pero te ponés el overol a la hora de las finales. Para vos que cobrás por goles y maldecís a los que no te dan bolas. Para vos que te vestiste de gala con la roja por primera vez.

Hasta cambiamos nuestra identidad para jugar, sin importar distancias, canchas, ni hombres de negro. Somos La Furia, estirpe campeona.

La crónica

El perrito de la plaza miraba exhausto a la madre del colegio Peña que gritaba el gol de su hijo en la canchita de La Cantera. Al lado jugaba La Furia. Lo importante del soleado día era el partido del Peña y el Lasalle... y las madres. El perro no nos importaba, tampoco la plaza que lucía espléndida, aunque con algunos brotes de otoño. Raro, porque todavía no es primavera. La Furia se regalaba un panzazo de buen fútbol ante Expedición y reestrenaba un mix de camisetas rojas de todas las épocas. No vino ni el árbitro, pero qué importa.


El dueño de La Cantera se calzaba la negra ys e llevaba el pito a la boca. Lo tocaba bajito, tímidamente. Si no fuera por el referí del partido del lado el nuestro se jugaba por dos días. Así, en medio de los festejos del Lasalle, La Furia se daba un gustazo: ganar sin sufrir.

Los goles: Chino Satller, cabezazo y adentro; Mauro después de una pared de Lychy y Nico; Mati tras una corajeada; y Lychy después de una habilitación Turco-Mauro. Fue 4-1... y a freír pasteles, a derrochar vino espumante, a desubrir que la vida no es vida sino están los colores furiosos. El perro murió atropellado por un camión de residuos en la esquina de la plazita, su roja sangre le da sentido a nuestra existencia en la cancha.

Puntajes

Caretó 9: Brillante como siempre. Se dejó hacer un gol por cábala.

Sattler 10: Qué más se puede decir del Chino. Cabeceador serial. Marcó un golazo y casi hace otros dos. Por algo jugó con al 10 en la espalda, pese a ser defensor.

Pelado 8: No tuvo ningún inconveniente en defensa. Hecho histórico. Se animó a pedirle el cambio al Chino.

Nico 8: Jugó, hizo jugar, volvió a ser el 5 que necesita La Furia. No fue egoista. Sólo le faltó el gol.

Matías 8:  Marcó un golazo. La banda derecha tiene rieles por donde va el tren Franchi.

Emi 7: El técnico ya lo hizo jugar en todas las posiciones, le falta ir al arco. Cumplió tácticamente con todo lo que se le pidió.

Chino 7: Luchó, metió, tuvo una clarísima, pero no pudo concretarla.

Mauro 8: Tuvo su premio. Un gol inesperado. Su esfuero es una constante. Entra para hacer el trabajo sucio de La Furia.

Lychy 8: Una asistencia y un grito de gol. Para 10 minutos de juego, efectivo.

Turco 7: Llegó para el segundo tiempo y no desentonó. Jugó en el mediocampo y ayudó a cumplir con el objetivo.



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